Nacida en Chiaravalle en la Provincia de Ancona en 1870, María Montessori fue la primera mujer en ejercer la medicina en Italia, después de haber egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Roma en 1896. Como médico, la Dra. Montessori estaba en contacto con los niños y se interesó profundamente en su desarrollo. A través de un escrutinio cuidadoso y exhaustivo, se dio cuenta de que los niños construyen su propia personalidad a medida que interactúan con su entorno. También observó la forma en que ellos aprendían a medida que espontáneamente elegían y trabajaban con los materiales autodidácticos que les presentó.

Su enfoque de la educación se deriva de una base sólida en biología, psiquiatría y antropología. Estudió niños de todas las culturas en muchos países del mundo, viendo pronto la universalidad de las leyes del desarrollo humano. Continuó sus observaciones a lo largo de su vida, ampliando y profundizando su comprensión hasta su muerte en 1952.

María Montessori abrió la primera Casa dei Bambini (Casa de los Niños) en una de las zonas más pobres de Roma, el entonces famoso Quartiere di San Lorenzo.

«Era 06 de enero (1907), cuando la primera escuela fue abierta para los niños de entre tres y seis años de edad. No puedo decir sobre mis métodos, porque éstos no existían aún. Pero en la escuela que abrimos, mi método llegó a tomar forma. Ese día no había nada que ver, más que unos cincuenta niños miserablemente pobres, ásperos y tímidos en forma, muchos de ellos llorando, casi todos hijos de padres analfabetos, que habían sido confiados a mi cuidar «…» Estaban llenos de lágrimas, niños asustados, tan tímidos que era imposible conseguir que hablasen; sus rostros eran inexpresivos, con ojos asombrados, como si nunca hubieran visto nada en su vida «…» Sería interesante conocer las circunstancias originales que permitieron a estos niños someterse a una transformación tan extraordinaria, o más bien, que provocó la aparición de nuevos niños, cuyas almas se revelaron a sí mismas con tanto esplendor como para difundir una luz a través de todo el mundo «.

De hecho, fue como si este resplandor hubiese sido atrapado en una corriente de conciencia, pues sólo seis meses después de la inauguración de la Casa dei Bambini, gente de todas las clases sociales y de todos los continentes llegaron a ver a los niños milagro de María Montessori.

En 1909 dio su primer curso Montessori, esperando tener como estudiantes sólo maestros italianos. Para su asombro asistieron muchas personas de países diferentes. Probablemente ese fue el origen de lo que se convertiría en un serio obstáculo en la evolución de la pedagogía Montessori.

«Desde el comienzo la pedagogía Montessori  ha sido apropiada, interpretada, mal interpretada, explotada, propagada, hecho trizas y esas trizas se convirtieron en sistemas, reconstituidos, usados, abusados, desaparecidos en el olvido y sometidos a múltiples renacimientos». (Renilde Montessori)

Hay varias razones por las que esto debería ser así. Tal vez la más importante es que a pesar de que la pedagogía Montessori es conocida como el Método Montessori, no es un método de educación, es decir, no es un programa para que los profesores lo apliquen. María Montessori no fue maestra …. el Alfa y Omega de su pedagogía se encuentra con los niños.

María Montessori fue científico, y como buen científico, estaba ligada a la tierra pero altamente espiritual en su búsqueda de la verdad. Estudió medicina, especializada en psiquiatría y antropología. También fue una matemática excepcional. Aunque ella nunca hubiera considerado ser maestra, estudió métodos educativos por muchos años y se encontró con ganas de más, posiblemente debido a que ninguno de ellos ha tenido en cuenta los dos extremos aparentemente paradójicos que se encuentran en el centro de su pedagogía: las características universales del niño humano, y el niño como un individuo único, irrepetible, respetable y admirable para ser incondicionalmente aceptado como una de las más maravillosas expresiones de la vida.

 

Texto de: Association Montessori Internationale